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Alice in Chains – Unplugged
El grunge desnudo que nos rompió el alma
Publicado en 22/05/2025 19:57
Discos

En una época donde las guitarras acústicas parecían el refugio perfecto para desnudar las emociones más crudas del rock alternativo, Alice in Chains entregó en 1996 uno de los momentos más honestos y devastadores de la era MTV: su Unplugged. A casi tres décadas de ese registro icónico, el disco y especial en vivo siguen estremeciendo a generaciones que buscan en la música algo más que ruido: buscan verdad.

Grabado el 10 de abril de 1996 en el Brooklyn Academy of Music, este concierto marcó el regreso de la banda tras un largo silencio, provocado por los problemas de salud y adicciones de su vocalista, el inolvidable Layne Staley. La tensión en el ambiente era palpable. El público sabía que no solo estaban frente a una banda que no tocaba en vivo desde hacía años, sino frente a un artista que se estaba apagando lentamente.

Pero esa noche, Layne —pálido, frágil, sentado en su silla, con gafas oscuras— cantó como si fuera la última vez, y quizás lo supo. Su voz, áspera y quebrada, llegó con una carga emocional imposible de fingir. Lo acompañaban Jerry Cantrell (guitarra y voces), Mike Inez (bajo), Sean Kinney (batería) y el músico invitado Scott Olson (segunda guitarra acústica), todos completamente conscientes de que estaban grabando algo que iba más allá de lo musical: estaban registrando una despedida.

El setlist fue un repaso íntimo y oscuro por lo mejor de su catálogo hasta ese momento, incluyendo versiones acústicas de “Nutshell”, “Down in a Hole”, “Rooster”, “No Excuses”, “Got Me Wrong” y una poderosa interpretación de “Would?” que cerró el show con la intensidad de una oración desesperada.

Lejos de las ediciones pulidas de otros MTV Unplugged, este concierto se mantuvo crudo, honesto, con cuerdas desafinadas, comentarios irónicos (como el bajo con la frase “Friends don’t let friends get Friends haircuts”), y silencios largos que decían más que mil palabras. Era Alice in Chains en estado puro: vulnerables, agotados, pero aún capaces de emocionar con una sola nota.

El Unplugged fue lanzado en CD y DVD poco después del show, y con el paso del tiempo se convirtió en uno de los más celebrados de la serie, junto con los de Nirvana, Pearl Jam y Eric Clapton. Hoy, en 2025, es considerado una obra maestra emocional del rock acústico, una fotografía sonora de una banda rota que aún tenía algo importante que decir… y lo dijo con el alma.

Layne Staley moriría en 2002, pero este disco sigue siendo su testamento espiritual. Su voz, grabada esa noche, aún flota en el aire como un eco de todo lo que dolía y brillaba en los 90.

 

Alice in Chains seguiría años más tarde con William DuVall como vocalista, y aunque el legado ha continuado con respeto y calidad, el Unplugged permanece como un instante suspendido en el tiempo. Un momento donde el grunge bajó el volumen, pero subió el dolor, y con eso nos entregó una joya inmortal.

 

Rockaradio.com

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