Marvel presenta Thunderbolts, una propuesta que se aleja de las fórmulas tradicionales del cine de superhéroes para adentrarse en un terreno más humano y emocional. La película reúne a un grupo de personajes marginados y complejos que, lejos de ser héroes convencionales, buscan redención en medio del caos.
La historia sigue a Yelena Belova, una exasesina que, cansada de su vida de operaciones encubiertas, se ve arrastrada a una misión junto a otros inadaptados: John Walker, Taskmaster, Ava Starr, el Guardián Rojo y Bucky Barnes. Todos ellos, bajo la supervisión de la enigmática Valentina Allegra de Fontaine, deben enfrentarse a sus propios demonios mientras intentan sobrevivir y cumplir con su objetivo.
Con una duración de poco más de dos horas, Thunderbolts destaca por su tono más íntimo y su enfoque en las relaciones entre personajes, alejándose de las batallas cósmicas para centrarse en conflictos personales y dilemas morales. La película equilibra momentos de acción intensa con escenas cargadas de humor sarcástico y una profunda exploración emocional, ofreciendo una experiencia cinematográfica que se siente tanto fresca como necesaria.

Florence Pugh brilla en su papel de Yelena, aportando una mezcla de vulnerabilidad y determinación que ancla la narrativa. El elenco en su conjunto ofrece interpretaciones sólidas que enriquecen la dinámica del grupo y aportan capas de complejidad a sus personajes.
Thunderbolts no solo redefine lo que significa ser un héroe, sino que también ofrece una reflexión sobre la redención, la identidad y la posibilidad de encontrar luz en medio de la oscuridad. Es una apuesta audaz que demuestra que, incluso en un universo lleno de dioses y monstruos, las historias más poderosas son las que exploran la humanidad de sus protagonistas.
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